martes, octubre 26, 2004

Mientras recorria el supuesto camino dorado me enfrenté con un espectro misterioso.
Apuntó hacia el cementerio, sobre aquella colina. Permanecí en una reflexión cósmica, confundido y preguntándome: ¿cómo fui a morir?
Estaba confundido, porque si estaba muerto, ¿cómo y por qué fallecí?
Me tranquilicé y decidí enfrentarlo.

Y permanecí paralizado en el supuesto camino dorado. Estaba enfrentando a la poderosa fuerza del demonio. Él dijo ser el diablo, y cuando habló sus palabras surgieron como ardiente lava de la boca de un volcán.
Y dije: "Ayúdame Señor!"
Aparecí en una especie de infierno; pero... ¡Yo no creo ni en el cielo ni en el infierno!

Un mundo con tipos de realidades opuestas. Pude controlarme y decidí enfrentarlo.

Mientras recorria el supuesto camino dorado temblaba de miedo. Los leones y los hechiceros se avecinaban.
Vi en la lejania montañas plateadas alcanzando las nubes; y una voz susurró una brillante respuesta desde la luna.

Por favor, discúlpame. Nunca quise lastimarte.

Sepan disculpar la emoción