viernes, octubre 29, 2004

Fija y yo paseando por Capital. Escenas totales; como las gracias de Cerati.
La Cigale no da, Club 69 tampoco; y que se yo, vamos a tomar una cerveza a plaza San Martín, ¿no?
Y dale. (Musiquita de Tino y Gargamuza, iria aca pero es un bajon copiar un MP3 y todas esas cosas asique mejor imaginensenlán porque es mas easy)
Muchas cosas extrañas se sucedieron; minuto a minuto nos reíamos y casi casi un gordini si hace la fiestini; pero no, muchachos. Porque aunque el tenga rapidez yo tengo gran capacidad para hacerme el boludo en la situacion que asi lo requiera. Asique nunca un mano a mano, gordo, ¿eh? Porque el jugador elude, gambetea, un barrilete cósmico de la gran p*ta madre que lo parió, y se acabó la joda, ¿eh?
El pequeño gnomo azul, que se llamaba Soledad (de noche. De dia se llamaba Juan Ernesto) que con sus comentarios, chisporroteadas, salidas al mejor estilo sobrero, taquito, gorro, bandera y vincha (¿? taza taza, cada uno para su casa)
Pero aprendí algo. El cinturón de seguridad en el auto da una falsa sensacion de seguridad que hace que uno arriesgue mas su integridad física y la de sus semejantes.
Dicho en forma clara: uno con cinturón de seguridad se siente mas seguro (porque asimila que en caso de ocurrir un accidente, él se encuentra mas seguro; no así los demás). Pero como este es el motivo del por qué sentirse seguros y no el efecto principal (que es el hecho de sentirse seguro), uno entiende que esa seguridad se la da cierta capacidad extra para manejar, cierta confianza en exceso. Al tener mas confianza en si mismo; inconscientemente, arriesga mucho mas.

La pucha, que lo tiró de las patas.

::::Escuchando Point of View,pero una versión chill out muy bonita que no conocía::::

Oh si, me estoy poniendo la gorra ¿y que?
No tengo nada que decirte, soy vigilante
y ya lo sabés.
Oh si, ¿y que? ¿y que?


Despues se viene alguna con una de James Brown, que se la re banca.