miércoles, septiembre 29, 2010

Cosas hermosas de Montreal

Se estila en Quebec que cuando uno llega a una casa se saca el calzado y entra descalzo. En medias, o sin medias, pero descalzo. Así sea el dueño, un invitado, un amigo de alguien, el técnico del cable, un asesor de seguros, un electricista o lo que sea.

Otra cosa hermosa de Montreal, es que está prohibido sacar una bolsa de basura. Una bolsa de basura tiene una multa de hasta mil dólares. Hay que sacar la basura en tachos de basura especiales para eso, o en cajones de plástico hechos con material reciclado. El basurero da vuelta los tachos o los cajones en el camión, los tira en el piso y sigue. En Buenos Aires nosotros colgamos las bolsas de basura de un poste de luz como si fuese un trofeo.

jueves, septiembre 23, 2010

martes, septiembre 14, 2010

El subte

Muestra de teatro 2010, el 5 de Septiembre, en Buenos Aires.

Laura Campolongo, Tamara Keledjian y Nicolás Andrade; con participaciones de Marcelo Crea y Damián Huala.

Con ustedes, el subte:

Agustina de Villeblanche

¡Oh, cielos!, ¿temen que los caprichos de esos individuos, de uno y otro sexo, puedan acabar con el mundo, que pongan en peligro el precioso género humano y que su pretendido crimen lo aniquile al no proceder a su multiplicación? Que lo piensen mejor y verán que todas esas quiméricas pérdidas son enteramente indiferentes a la naturaleza, que no sólo no las condena en absoluto, sino que nos demuestra con mil ejemplos que las quiere y que las desea; pues si esas pérdidas la irritasen, ¿las toleraría en tantos miles de casos? Si la primogenitura le resultase tan esencial, ¿permitiría que una mujer no fuera apta para ella más que un tercio de su vida y que al salir de sus manos la mitad de los seres que produce tuviesen gestos contrarios a esa procreación que supuestamente exige? Digamos mejor que la naturaleza permite que las especies se multipliquen, pero que no lo exige en absoluto y que, plenamente convencida de que siempre habrá más individuos de los que hagan falta, muy lejos está de contrariar las inclinaciones de quienes no ponen en práctica la propagación y les repugna limitarse a ella. ¡Ah, dejemos actuar a esa madre excelente, convezcámonos de que sus recursos son inmensos, de que nada de lo que hagamos puede ultrajarla y de que el crimen que podría atentar contra sus leyes nunca podrá manchar nuestras manos!

[...]

La mayor de las locuras -añadía- es la de avergonzarse de las inclinaciones que hemos heredado de la naturaleza; y burlarse de cualquier individuo que tenga gustos tan singulares es tan absolutamente bárbaro como lo sería el burlarse de un hombre o de una mujer tuertos o cojos de nacimiento, pero persuadir a unos necios de estos razonables principios es como tratar de detener el curso de los astros. Para el orgullo constituye una especie de placer el burlarse de los defectos que no se tienen y ese tipo de satisfacciones resultan tan gratas al hombre y especialmente a los imbéciles, que es muy raro ver que renuncien a él... Además, todo esto se presta a murmuraciones, frías ocurrencias, estúpidos juegos de palabras y para la sociedad, es decir, para una colección de seres reunidos por el aburrimiento y moldeados por la estupidez, resulta tan agradable hablar dos o tres sin decir nada nunca, tan delicioso el brillar a costa de los demás y denunciar condenatoriamente un vicio que uno está muy lejos de tener... es una especie de tácito elogio que uno se hace a sí mismo; a ese precio uno consiente incluso en unirse a los demás para formar una cábala y aplastar a aquel individuo cuya tremenda culpa es la de no pensar como la mayoría de los mortales y uno se vuelve a casa henchido de orgullo por el ingenio demostrado cuando con semejante conducta de lo único que se ha hecho gala y a fondo es de pedantería y de cretinez.

Así opinaba la señorita de Villeblanche [...]

Agustina de Villeblanche o la estratagema del amor,
Marqués de Sade, 1788

lunes, septiembre 13, 2010

minitributo a un boludo

Es verdad, el trabajo dignifica al hombre. Ningún trabajo tiene por qué ser desmerecido. Hacer un censo le viene muy muy bien a cualquiera que esté hace rato sin trabajar, que esté sin sentirse útil en algo, que esté sin que alguien le dé el tan injustamente preciado dinero como remuneración por su tarea, su tiempo, su habilidad, sus manos, sus ideas, su aporte. Imaginate un tipo que hace 2 años no tiene obligación de tener que tomarse un bondi; hacer un censo le haría excelente a su estado de ánimo, a su persona. ¿Es necesario menospreciarlo tanto? 250 pesos de mierda a cobrar en Diciembre.

El monotributo que hoy día tan mal te cae porque si el empleador se va al Congo Belga y esa historia, hace que mucha gente pueda trabajar (hasta algunos que ni lo tienen la zafan). Ahora que estás en relación de dependencia no te vengas a hacer el fifí de "era obvio que era una mierda porque era el monotributo" (porque el laburo era de dos meses!). De hecho, antes de que empieces a trabajar con nosotros, vos ya sabías como era la movida del monotributo, y tan malo no te pareció porque lo aceptaste.

Por último, creo que está mal pedir trabajo como amigo o conocido, como vos lo quieras poner, explicando que estás en situación de querer dejar el trabajo porque no te gusta o no te sentías cómodo; y después dejarlo por razones completamente empresariales -casi te diría burguesas-  como porque "me ofrecieron el doble, vos me chupás un huevo, te dejo en banda y chau". Cuando pediste el laburo, yo te lo dí porque te necesitaba -a vos o a cualquier otro programador- y porque estuve en la situación de necesitar otro trabajo, y me puse en tu lugar -que lo conozco- como creo cualquiera hubiese hecho. Me pareció que tenía que confiar y vaya que lo hicimos. O sea que a mí me pidió laburo un conocido, hablando bien; y me dejó en banda como un empresario mercenario. ¿Es así? ¿Me equivoco mucho?

El tema de la guita, no lo voy a tocar mucho porque no viene al caso, pero usando el ejemplito que vos diste "me pagaba 8 pero él lo cobraba 30"; no sé si sabías pero había bastante más gente trabajando además de vos (que fuimos los que finalmente resolvimos el asunto a las corridas). No creo que en donde trabajás hoy te paguen el 100% de lo que entra a la empresa, ¿no? Porque trabajás con gente que también aporta y hace y por ende, cobra. Yo también cobraba, otro programador también, un diseñador también, y un tipo que encontró el cliente, que presupuestó, que buscó gente para poder hacerlo; merece llevarse unos buenos pesos también, ¿no? Eso también es trabajo. Puede ser más o menos explotador; pero eso lo tenés que ir manejando en las conversaciones que se tienen antes de empezar a trabajar, que vos tuviste y que de nuevo me parece que tan mal no estuvieron porque a la hora de la hora dijiste "si, quiero".

Por plata baila el mono; pero el mono no baila solamente por plata. Algunos bailan solamente por la música, otros bailan un poco por la plata y otro poco por la música. Otros porque se lo piden de buena manera y tan mal no les hace.