Me acuesto, me tapo; me relajo, cierro los ojos, y lo espero.
Sé que va a venir antes de dormirme. Pasa casi todos los días, casi todos los días en que duermo.
Me acuesto, me tapo; me relajo, cierro los ojos; y llega: un temblor en las piernas, fuerte, repentino; un movimiento involuntario, como si estuviese pegando una patada que no quiero pegar.
Tengo la impresión de que en ése movimiento se va la tensión que me quedó durante el día, cual si fuese una descarga a tierra, saco la energía que tengo de más y recién entonces, completamente descargado, me puedo dormir.
Artículo 19 Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe.
jueves, junio 25, 2009
miércoles, junio 17, 2009
Te colgaste
Qué feo cuando se pierden las cosas. Pero qué lindo cuando se pierde la vista. Se pierde, se va, y uno se sumerge en ese inesperado sueño repentino.
Pero hay gente, gente que detesto, que cuando uno se queda hermosamente colgado mirando la nada, en un ataque de lucidez y con cierta cara de "qué piola que soy", chasquea los dedos delante de los ojos, o pasa la mano abierta cual si estuviese saludando.
Lo peor de estos personajes es que actúan como si estuvieran salvando a uno de algo terrible, cuando en realidad lo sacan de algo tan lindo como soñar con los ojos abiertos.
Quizás una pesadilla, quizás un sueño hermoso; pero un sueño al fin.
Y sin que nadie haya puesto ningún despertador para cortar tan inesperado momento de descanso mental; hay alguien que vaya uno a saber por qué razón, se cree original y despierto; sin darse cuenta que el único dormido es él, que no entiende que cuando alguien descansa no hay que molestar.
Pero hay gente, gente que detesto, que cuando uno se queda hermosamente colgado mirando la nada, en un ataque de lucidez y con cierta cara de "qué piola que soy", chasquea los dedos delante de los ojos, o pasa la mano abierta cual si estuviese saludando.
Lo peor de estos personajes es que actúan como si estuvieran salvando a uno de algo terrible, cuando en realidad lo sacan de algo tan lindo como soñar con los ojos abiertos.
Quizás una pesadilla, quizás un sueño hermoso; pero un sueño al fin.
Y sin que nadie haya puesto ningún despertador para cortar tan inesperado momento de descanso mental; hay alguien que vaya uno a saber por qué razón, se cree original y despierto; sin darse cuenta que el único dormido es él, que no entiende que cuando alguien descansa no hay que molestar.
miércoles, junio 10, 2009
Agua que no has de beber...
Es muy curioso que depende al bar al que vayas -e incluso depende al mejitorio al que vayas, dentro del mismo bar- un flotante defectuoso puede gastar por día dos mil litros más de agua que otro baño; según los calcos de Aguas Argentinas o Aysa.
Raro, ¿no?
Raro, ¿no?
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