No se lo conté a nadie. Digo, el hecho de haber recibido tu llamado.
Me quedé pensando en eso, y estoy en condiciones de decir que haber terminado con vos, lejos de hacerme poner mal, me hace sentir orgulloso. Creo que el hecho de dejar de estar con vos marcó un quiebre en mi vida, el fin de una etapa a la que no quisiera volver.
Esta bien, era lindo estar con vos. Pero para tener que pasarme la vida cuidando a una nenita inmadura, hubiese sido mejor que estudie para maestra jardinera.
Pocas cosas disfruté tanto en mi vida como el último chau que te dije. Mas que eso voy a disfrutar cuando escriba el último post en referencia a vos. Pero falta, falta y mucho para eso. Falta tiempo, lo que no faltan son ganas.