viernes, mayo 14, 2004

In God we trust

Una noche, hace mucho.
Una noche, hace mucho, venia yo por la calle caminando, un tanto apurado porque llegaba tarde a donde estaba yendo. Iba a ir al clásico lugar de encuentro casoneril, a tener mis clásicos encontronazos con los mi(bi/tri)llones de amantes de mi ex.
Por una avenida de Lanús, 25 de mayo, me crucé con 3 señoritas. Dos estaban medio para atrás, pero la del medio no. De hecho era muy linda. Rubia, alta, flaca. Mientras la podía ver, porque no nos habiamos cruzado, la miraba fijo. Y cuando pasé por al lado sentí su perfumo, respiré el mismo aire que ella; y me puse a mirarla.
Tuve la fantasia de esuchar su voz, hasta ese momento desconocida.
Y si. La puta madre que lo parió. Me pasó lo que a todos nos pasó alguna vez.
¿Pinché una goma? No boludo, si venia caminando.
¿Pisé un terrible maraño? No.

Peor.

Me llamó la rubia. Me acerqué y me dijo (la puta madre, me acuerdo y me dan ganas de cortarme las bolas)...
Me dijo...
me dijo...
¿Vos creés en Dios?

Y empezó con su sermón, y sus explicaciones... y yo no creo en Dios, yo creo en lo que veo.
Nunca mas me tengo que dar vuelta ilusionado porque una muy linda chica me llame, aunque pocas veces me pasaron cosas como esa (que una linda chica me llame, ¿no?)