La silla en donde estoy sentado ahora tiene un clavito sobresalido que, por fiaca, siempre digo que voy a sacar y no saco.
Me está cansando. No por una cuestión puramente fastidiosa, no señor. Sino porque ya me arruinó 3 remeras y una campera.
Este clavo va a morir, te lo aseguro.