Artículo 19 Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe.
jueves, febrero 24, 2005
Sobre el último (o no deberias ponerte tan contenta)
Me dejé llevar. Tiré cualquiera.
La pucha, como cambian las cosas de la noche a la mañana. O de la mañana a la noche.
Sea como fuere, el Federico García Lorca está con todo; a ver si vamos aminorando un poquito la temperatura, ¿eh?