jueves, febrero 24, 2005

Sobre el último (o no deberias ponerte tan contenta)

Me dejé llevar. Tiré cualquiera.

La pucha, como cambian las cosas de la noche a la mañana. O de la mañana a la noche.

Sea como fuere, el Federico García Lorca está con todo; a ver si vamos aminorando un poquito la temperatura, ¿eh?