Artículo 19 Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe.
miércoles, noviembre 10, 2004
Una inteligente y mala mente con plata puede hacer lo que quiera.
Dos potencias se saludan. Un billete y la matanza de miles de personas, de su cultura y de sus derechos.