domingo, noviembre 07, 2004

[...]Lo más extraño acerca de los milagros es que suceden. A veces unas nubecitas en el cielo se unen formando un ojo humano. De pronto emprendemos un viaje dudoso y encontramos que uno de los árboles del paisaje tiene la forma de un signo de interrogación. Yo mismo fui testigo de estos acontecimientos hace pocos días. El almirante Nelson murió en el momento mismo en que alcanzaba la victoria. De pronto, de manera accidental, alguien mata a alguien de su mismo nombre. En fin, hay en la vida a veces coincidencias maravillosas que suelen pasar desapercibidas para la gente que sólo piensa en cosas prosaicas. Como bien decia Poe, si uno es prudente, uno tiene que esperar que sucedan cosas inesperadas.

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Sólo alguien que no sabe de motores habla de usar el motor cuando no hay combustible, y sólo una persona que no sabe nada de razonamientos habla de razonar cuando no hay una buena base en que apoyar el razonamiento. [...]


Gilbert Keith Chesterton