Me quedé pensando en como es, casi siempre, el primer encuentro con una chica. Mientras me voy acercando al lugar el corazón me empieza a latir mas y mas fuerte; en acercarme... en ese momento en que uno ve a una persona y no sabe si decir "hola" o decir "como va?", por miedo a quedar como un boludo.
Esos momentos en que, cuando se vá, no sabés si decir "te puedo acompañar?" o decir "te acompaño!" o decir "¿te molesta que te acompañe?"
Esos momentos en que te quedás solo con la persona que tanto quisiste quedarte solo, y se arman esos silencios que son tan incómodos. La experiencia enseña cosas, pero uno nunca sabe cual es el momento ideal para agarrarla de la mano, o abrazarla. Uno nunca sabe cuando acariciarle la cara, acomodarle el pelo atrás de la oreja y acercar la boca. Uno nunca sabe cuando terminar el beso. Uno nunca sabe, siquiera, si va a poder darlo. Nunca sabe si la otra persona va a querer recibirlo.
Llegar al lugar de reunión, mirar, y ver a la persona esperandote. Entonces te acercás, la mirás... y el primer dilema. Pensás "la invito a tomar algo? a comer? a pasear?"
Cuando no conocés mucho a la persona, le querés hablar y no sabés bien que decirle. Tenés miedo de quizas preguntar por la familia y resulta que es huerfana desde los 10 años.
Esos momentos en que no sabés si acompañarla hasta la puerta, o hasta la esquina.
Esos momentos en que, en tu casa, te pasás horas y horas (despues del 1º encuentro) pensando el mejor momento estratégico para llamarla. Cuando la llamás, alguien te dice "no, mirá... recien acabó de salir"
Uno esperó tanto ese momento, lo buscó; y lo obtuvo. Algunas veces hasta sin merecerlo. Y todos quieren aprovecharlo: el miedo a que por algún detalle mínimo se vaya todo al carajo es el que obliga a pensar tanto. ¿Consejo? Algunas veces es mejor no pensar, y hacer lo que salga. SI gusta, bien. Si no gusta, no es la persona.
Lo que siempre pasa, o mejor dicho la mayoría de las veces, es que una vez llegado al hogar post-primer encuentro, te dicen "Te llamó la otra, dijo que la llames."
Y uno piensa "con esta es mas fácil, total ya la conozco." Entonces dice "Me voy a bañar. Si vuelve a llamar, decile que no llegué"
"Brindo por las mujeres que derrochan simpatía..." (Andrés Calamaro)
"Sobre tus mesas que nunca preguntan lloré una tarde el primer desengaño Nací a las penas,
bebí mis años y me entregué sin luchar" (Enrique Santos Discépolo)