martes, abril 06, 2004

A mi no, che

Que todos tienen quilombos.
¿Cuánta gente hay que tiene titulo de ingeniero y esta trabajando de taxista? ¿Cuántos hay que un dia se levantaron y vieron que la mujer se fue con otro flaco y le sacó toda la guita del banco? ¿Cuánta gente hay que vive en otro país y está alejado de todos los que quiere?
Sin contar la gente que no tiene para morfar; o la gente discapacitada que sufre por serlo.
"Mal de muchos, consuelo de tontos" dicen. Pero no es tan así.
Fijate el tipo este, el Blumberg.. ese tipo tiene los huevos de oro. O sea, ya le espicharon al hijo, no puede perder nada mas; pero sin embargo el tipo pone toda las ganas para salir adelante.
Cuando estas en donde estas las cosas las ves todas negras. De pronto ponés ganas, das un paso para adelante y las vas a ver un poco mas grises. Si das otro paso mas, las vas a ver mas claras... y de a poco las vas a ir aclarando. Hasta que vas a mirar y vas a ver que "menos mal que me rajaron de ese laburo, sino no encontraba el de ahora que me conviene mucho mas"
De pronto, cuando ves las cosas no tan oscuras notas los beneficios ocultos. Ya lo dije en otro post: esta bastante bueno pararse, levantar la mirada y decidir si meter centro o tirar al arco.
Las cosas se ven de muchas formas, uno mismo es el que tiene el control remoto para subir o bajar el brillo y el contraste, hasta encontrar ese detalle de la escena que nos da la pauta, el aviso, la advertencia de que de alguna forma se puede avanzar.

Tengo una forma de ser que no es la mejor. Suelo encerrarme en mi mismo, intentar ser autosuficiente todo el tiempo. Odio depender, y eso esta bueno. Pero tambien esta bueno saber pedir ayuda. Soy muy orgulloso, muchas veces me golpeo contra el mismo lugar mas de una vez.

De a poco nos vamos a ir separando, sin dolor. Creo que este es el momento, tengo que dar el siguiente paso y dejar, por fin, dejarnos avanzar. Toda la vida fuimos tomados de la mano, paseando por las calles. Toda la vida nos aferramos, entrelazamos los dedos y caminabamos sincronizados. Nunca vi una pareja como eramos nosotros dos, que toda la gente nos decia que se notaba a lo lejos lo mucho que nos queriamos. Yo te cuidaba, te tenia dentro de una gran caja de cristal que te protegía de todo lo que podia llegar a borrarte la sonrisa.
Caminabamos de la mano, siempre. Aunque el calor de la gente del exterior a nuestro hermoso mundo de solo 2 personas nos hacia transpirar y comenzar a resbalarnos, nosotros seguimos siempre de la mano.
Caminamos por miles de calles, nos escondimos en miles de rincones de muchisimas ciudades. Hasta que llegamos a la estación, y vos te tomaste un tren y yo el otro. No hubo beso de despedida, ni un "te dejo mi celu, llamame en la semana que nos vemos". No, por suerte, no.

"Boletos, boletos" pedia el guarda, y yo me hice el boludo.

Separarnos costó menos que intentar arreglarnos. Somos como un plato de porcelana, que una vez roto dificilmente se puede arreglar. Y aunque se arregle, se le ven las rajaduras. Mejor que se haya roto. Ahora voy a tener que ir al bazar, y recorrer gondolas abarrotadas de mas platos, algunos mas lindos y otros mas feos. Tendré que elegir uno, y cuidarlo mas que el que tenia antes.

Todos tienen quilombos en su cabeza. Yo tambien, ¿está mal? Yo solo quiero ser felíz. Solo quiero eso.