martes, diciembre 30, 2003

De pedo

Jugué unos Daytonas y me iba para casa.
Vi una chica sentada (tirada, diria yo) en la puerta de un edificio. Me miró y me dijo "¿Tenés hora?". Le dije que no, y seguí caminando, asomandome en todas las vidrieras para ver si habia un reloj. Un pibe de un locutorio me pasó el dato: dos y cuarto.
Volví una cuadra, la miré a la piba y le dije:
-Estoy aburrido... Te cambio una respuesta por una respuesta.
-¿Cuál es tu pregunta?
-¿Qué hacés acá tirada?
-Nada, me pongo triste
-¿Por qué?- le dije. Y al toque me auto-interrumpí- no, dejá; no me contestes. Era una respuesta por una respuesta. Dos y cuarto.
Me invitó a que me siente, nos quedamos hablando un rato ahí en la puerta del edificio; y después fuimos a Duendes, un bar de Av. San Bernardo y Jujuy.
Ahí ella se encontró con un flaco conocido; y todos nos encontramos con personas desconocidas. Pero eso es un hecho intrascendente, porque lo copado es encontrar a alguien conocido.
Tomamos unas birras, hablamos boludeces; y nada... Eso. Le pasé mi dirección a Andrea y a Juan (alias Pablito), y Andrea me dijo en donde trabaja. Hoy sale a las 12, asique voy a ver si lo paso a buscar a Pablito y despues a ella por el laburo para ir a tomar unas birras, y jugarnos unos Daytonas; porque ella dijo que juega muy bien.
Hoy limpiamos la pared llena de humedad del pasillo. Quedó pipí cucú. Tambien llegó Denisse, una amiga de mi hermana que veranea en Mar del Tuyú, y se vuelve mañana allá para pasar la noche con los padres.
El 1ro de enero voy a ir a Chango, porque va a estar genial. Hoy junté la ropa para lavar; asi tengo para usar los pocos dias que me quedan acá en Sanber.

Me voy a jugar al Counter. Bye.