viernes, enero 14, 2005

Alguien guardo un vino espumante. No estaba del todo frio, y era aconsejable para la situacion que lo estuviese.
Entonces sono el timbre. La puerta de la heladera no se habia cerrado del todo cuando la puerta de la calle si se abrio y dejo entrar un grupo de gente.
Algunos llevaron sidras, otros cervezas, y algun otro una gaseosa con un fernet.

Entonces si, se cerro la puerta de la heladera, apagandose la luz de su interior como sucede en la mayoria de las heladeras que andan correctamente, que tienen luz en su interior y ademas la luz no esta quemada.

Fuera de la heladera, habia musica, risas, saludos, gritos, abrazos. Dentro de la heladera, tambien.

La sidra establecio una charla con el espumante, se contaron secretos, venian de supermercados chinos los dos. Y, segun parece, descansaron en el mismo deposito durante unas semanas.

Las cervezas, por su parte, tambien comenzaron una charla. Larga charla, complicada.

El fernet, clasica bebida barrial cordobesa, como todo lo referido a barrios, quiso entrometerse. Levanto la oreja y pretendio escuchar lo que se hablaba. Pretendio y lo logro, pero no del todo. Ya que se podia escuchar, y por lo que se escuchaba las cervezas estaban hablando otro idioma.

La sidra y el espumante hicieron caso omiso a ello, a pesar de haberlo notado tambien. Y siguieron contandose anecdotas de chinos.

Entonces el fernet, rojo de bronca, se acerco a la sidra e intento meterse en la conversacion. Una vez dentro, habiendose saludado, comento "las cervezas hablan un idioma que no logro comprender"

-Es logico- dijo la sidra.- Es el famoso codigo de birras.