jueves, julio 01, 2004

The Memory Remains

Estaba hoy, despues de haberme comido un Pancho Ibañez, sin saber qué hacer. No sabia si tomarme un café con Canela, o un tecito con Magdalenas Ruiz Guiñazú.
Finalmente me tomé un Vino Santa Ana Maria Campoy. Pensé en esos asados que nos comimos en Llamas de Madariaga, mirando alguna pelea del Roña Cristian Castro, o con la tia Chela tomando un Branca, mirando alguna peli de Francachela.
Tambien recuerdo las paellas que comiamos allá, unas llenas de arroz y de Andres Calamar.

ULTIMO MOMENTO


De todos modos sin salir de mi asombro, aunque nunca haya dicho que haya entrado, empecé a pensar. Y luego seguí haciendolo, en esas situaciones extrañas que a uno le toca pasar. Esos detalles de la vida totalmente intrascendentes, que igual quedan en la memoria. Lejos de ser una anecdota memorable, una enseñanza invaluable o una experiencia pésima cuya ausencia de la memoria brilla por su ausencia. (Te mareaste... no importa, leelo otra vez, vas a ver que aunque no parece tiene sentido)
Son cosas olvidables, pero que uno no puede olvidar. Por ejemplo, acordarse que uno hace dos días comió arroz con pollo. No le importa a nadie ese detalle, pero uno puede asegurar y reasegurar que hace dos dias comió eso.
Claro que ese tipo de cosas escasean. Por ejemplo, ahora me acuerdo que me crucé a un amigo de Pepo en el supermercado.
Recuerdo que una vez Santo Biasatti ganó el Martin Fierro de Oro. ¿Y te acordás la cara de Repetto cuando le dieron el de oro, es que todos dicen que lo compró? El tipo menos sorpresa que no se qué.
Que una vez te imaginaste que esa sombra era de un tipo panzón, y en realidad era de un árbol. O esos chistes viejos, conocidos y que a uno todavia le causan gracia.
¿Y te acordás de Mambrú? ¿de Bandana? ¿Y lasSpice Girls?
Mejor, muchachos, fijense quién mierda lleva el timón de la humanidad y pidanle la renuncia.