Todos los domingos pasa lo mismo.
Además de la gente que va a misa, y algún que otro partido de fútbol; los domingos derivan mucho en estado depre severo.
Las excusas son diversas, pero puede que en realidad sean mas que excusas y se transformen en verdaderos motivos.
Sin embargo, existe una manera para dejar de estar mal; o bien no estarlo tanto.
Ayelota todo lo puede, y día tras día; semana a semana, domingo a domingo, me hace -un poquito más- felíz. Es la única persona que puede hacerlo.
Y lo hace.