jueves, abril 20, 2006

Pienso, a la mañana cuando muchas veces viajo en tren, en que hay gran cantidad de cosas que deberian saberse; y no se saben.

Veo, por ejemplo, como la fila para sacar el boleto es tan larga que uno desde que se pone en el último lugar, hasta que llega a la boletería, ve pasar dos o tres trenes en el sentido que se lo tiene que tomar.
Veo tambien, que cada vez que pasa el tren de esas dos o tres, muchos pasajeros bajan y salen por la única salida que tiene la estación del lado Oeste; que es nada mas ni nada menos que la única entrada; por lo que se produce un agolpamiento de gente intentando sacar el boleto, mas gente bajando del tren y queriendo salir, mas gente que ve que justo llegó el tren y hace todo el esfuerzo posible por subirse.

A esto sumemosle que el 40% del ancho de cada tunel está siendo ocupado por tablas sobre caballetes que exhiben magiclics, porta CDs, candados, zapatillas con enchufes de todas las formas, frutas de estación y alfajores casi en estado de descomposición.

Una vez dentro del andén, hay que esperar un tren; e intentar entrar. Lanús es una estación relativamente cerca de Plaza Constitución, de manera que toda la gente de Temperley, Lomas, Banfield y Escalada está ahí, evitando sin querer que uno pueda viajar; así como tambien les debe pasar a los de Gerli, que es una estación mas cerca.

Siendo además que el tren deberia pasar cada 6 minutos, y pasa cada mucho mas; me pongo a pensar
¿está bien pagar el boleto?

La empresa, Metropolitano, cobra un subsidio que el gobierno le otorga para que no suba el precio del boleto. Esto quiere decir que el boleto que sale cincuenta centavos, en realidad sale un peso; y ese medio peso que falta es el que paga el gobierno. Todo esto basado en un cálculo hecho por la empresa, que se estampó en una solicitud y de algún lado surgió una mano que puso una firma.
Quién, cuándo y dónde son cosas que no vamos a saber; de hecho mucho no importan; pero lo que si importa es que aunque la gente no viaje; la empresa cobra igual.

Si una empresa estatal es privatizada; y da pérdida, lo lógico es que el propietario se lave las manos como pueda y se deshaga del muerto cuanto antes. Sin embargo, en este país lo que se hace es pagarle para que se mantenga en su posición; es decir

-Si tu empresa no es tan rentable como pensaste, no te hagas problema; yo te banco un poco de guita por mes y listo.

Claro que esa guita debe destinarse a inversiones que no solo no se hacen sino que ademas no se van a hacer, a encuadramiento del personal en el sindicato adecuado, a mejorar la seguridad y a muchas otras cosas más.

En el tramo que va de Gerli a Avellaneda, en ese sentido, el tren reduce muchísimo la velocidad y se inclina levemente hacia la izquierda. Eso es porque la vía está en tan mal estado que el tren se inclina; y por eso tiene que bajar la velocidad. Lo curioso de todo esto, es que no hay una señalización en la vía que indique eso; sino que es el maquinista el que toma la desición.

De hecho, en todo ese tramo, las indicaciones de los cambios de vías y demás se hacen por radio, en vez de hacerse con el sistema destinado a ello; porque por radio es mas barato, aunque menos efectivo; y sobre todo porque enviandose las órdenes por radio, no queda constancia en ningún lado. Por consiguiente, el dia que un tren se la ponga contra otro, no va a ser culpable el tipo que le dijo por radio "avance que no pasa naranja", sino el pobre gil que hizo caso de buena fé.

En resumen, la empresa declara no tan rentable el negocio y dice "me metieron gato por liebre, me dijeron que era un negoción y me re cagaron... ahora necesito que me den guita porque le doy trabajo a mucha gente"

Y bueh, querido; mala leche... Si tenés tanta guita como para hacerte de una conseción, la deberias haber cuidado mejor.

Quiere decir todo esto que todos los días camino por la calle hasta el agujero en el alambrado, trepo y me subo al tren sin pagar.