Hay en Avellaneda, donde se cruza Pavón con las vias del tren, una pared verde que tiene inscripciones religiosas y nosecuantas giladas de ese calibre (o genialidades de la hostia, dependiendo de la religion del lector)
Y cuando estoy yendo al trabajo lo veo y digo:
-pucha, che... recien vamos por acá...
Pero cuando vuelvo del trabajo, lo veo y digo:
-pucha, che... recien vamos por acá...