sábado, noviembre 24, 2007

En 2007, el ranking de corrupción -mejor puesto al menos corrupto- quedó de manera tal que los primeros países, son europeos. En su mayoría.
El primer país sudamericano en aparecer es Chile, en el 19, justo arriba de Espania, que comparte con Uruguay, segundo país latinoamericano en aparecer.

De ahí hasta el próximo país de este continente -Cuba- hay más de 20 puestos.

Argentina está recién en el lugar 88.


Esto mismo quise saber hace unos días, en qué puesto estaría cada país en un ranking de corrupción. Claro que tendría que saber la manera en que esta gente hace el estudio, y lo unico que tengo a mano es la manera en que esta gente dice que hace el estudio. Me preguntaba esto pensando que quizás los latinoamericanos seguimos siendo latinoamericanos; sin corrupción.

La corrupción aparece cuando aparece la guita, cuando aparecieron los ya tan nombrados espejitos de colores. Y junto a eso la guita, con la necesidad de cuidar lo suyo. Entonces hasta acá es mío, de acá para allá es tuyo... aparecieron duenios de lugares, gente que queria vivir acá o allá, gente que creyó que podía gobernar; y entonces hoy en día tenemos gobiernos.

Sin saber bien cómo hacer, personas nos gobernaron. Con las mismas debilidades, necesidades e ilusiones que tiene cada ser humano; pero quizás con otras habilidades y, fundamentalmente, otros métodos para lograr sus (otros) planes.

Quizás todavía no sabemos manejar la guita como lo hacen los europeos, ni el poder, ni el hambre. Incluso tampoco podemos reprimir muchas cosas que todavía tenemos como animales y que todavía no tuvimos tiempo de experimentar. Cosas que hasta se deben escapar de la psicología. Cosas que heredamos de nuestros antepasados, como lo son las hormonas y sus diversos efectos en el cuerpo y la mente.

Estudios sobre lenguaje corporal demuestran que cuando dos personas de diferente status social piensan lo mismo, tienden a gesticular de manera distinta. Porque se relacionan con gente de otro status, que habla de otra manera, se expresa de otra manera. Eso por un lado. Pero por otro lado, porque la gente de mejor status tiene en sí el saber gesticularse. El pibe de barrio no tiene que reprimir su manera natural de expresarse. Para el europeo, muy domesticado, eso no pasa.

De eso te das cuenta cuando ves que el cristianismo, en Argentina, tiene la misma cantidad porcentual que Espania, cuando acá hace 500 anios, la cosa era distinta.

Vivimos en el mismo mundo, pero podriamos vivir en otros. Entonces, hacemos lo que podemos. Estoy seguro que hace 500 anios no habia corrupción, no había hambre ni miseria. Pero no nos damos cuenta, porque fijate que 500 anios, son por lo menos, siendo generosos, 50 vidas de personas nacidas de manera tal que nunca uno pudo haberle explicado nada a la otra. Personas que en ese caso no tendrian historia, ni tiempo, ni memoria.

No nos damos cuenta cuando en un juicio meten en cana a un tipo ponele 6 meses, y después sale a la luz que es inocente; ajeno al asunto. Eso hace 500 anios no pasaba, ni era imaginable. Nadie hubiese podido prohibirle nada a nadie durante 6 meses.
Cuando pasa eso, son 6 meses, en el que ese tipo se pierde 180 días de su vida; mirando el cielo o cagando abajo de árboles como lo hacen hoy en día los perritos que viven en Palermo.

La injusticia, en contrapartida a la justicia; los amontonamientos de gente en contrapartida con grupos chicos de personas para ayudarse; la represión, contra el poder decir sin difamar. Son lujos que nos encantaría darnos. Como a mí que tengo ganas de escribir como se me canta. Lo que se me viene a la cabeza, lo escribo. La lengua castellana, la voy a escribir como a mi se me cante. Ya bastante que la sé.