martes, octubre 25, 2005

Foreign Key

En el edificio de San Bernardo; ya no, pero hasta no hace mucho; la llave de la puerta de calle tenia la particularidad de que podia sacarse habiendole dado solamente una vuelta.

Pero, además, como la cerradura no andaba del todo bien -y al ser un edificio, la llave que le llega a uno es la copia de la copia de la copia de la copia de...la copia, etc.- uno no intentaba abrir de la otra manera, y caía siempre en las mismas frases:

-esta puerta de m*erda y la p*ta que la parió
-¿por qué no tiran esta puerta al carajo?
-¿quién fue el hijo de mil p*ta que puso esta cerradura?
-la con*ha de la madre del cerrajero hijo de mil p*ta que copió la llave como el *rto.

Eran (eramos) muchos los boludos que intentabamos abrir hasta que nos dabamos cuenta de la vuelta del asunto.

Ahora tenemos la llave bien, que anda, que se puede sacar habiendole dado solamente una vuelta -pero porque la intención de la llave es esa misma- para que los que le daban solamente una vuelta, le sigan dando una vuelta. Y los que no, le den dos.