lunes, octubre 17, 2005

32

Fallecieron 32 personas en un motín en una carcel en la Provincia de Buenos Aires.
Según dice la prensa, el hecho se desencadenó a causa de la superpoblación, ya que el establecimiento cuenta -contaba- con capacidad para 800 personas y había poco mas de mil.

Sea por lo que fuese la protesta -que derivó en motín, incendio y masacre-, depende mucho de uno qué es lo que hace y cómo. La persona que decidió prender fuego uno o mas colchones -que fue la causa del incendio- sabía de antemano que no tenía ni hacia ni por donde salir.

Seguramente los que fallecieron son mas que los que prendieron fuego los colchones, e incluso muy posiblemente muchos de los que prendieron los colchones esten todavía vivos; lo que es mas preocupante todavía porque no solo cometieron una idiotez, sino que además terminó pagando el pato otra persona.

Si alguien quiere protestar, y tiene motivos y medios; es lógico que lo haga. Pero también tiene que tener noción -y un poco de viveza- para saber hasta qué punto le conviene la protesta y de que manera. Esto es, si no tenés por donde salir, ni mas aire que respirar, ¿cuál es la idea de prender fuego un colchón?

Si no se prende fuego el colchón,en el peor de los casos, se sigue en cana como hasta ese momento.

Las condiciones en las que se encontraban, así como la legitimidad de la protesta o el hecho de que los bomberos fueron con autobombas sin agua (¿?) son cosas aparte; y de ninguna manera digo que se puedan defender ni atacar; pero lo que si creo es que hay que ser muy pelotudo para prender fuego un colchón sabiendo que no se tiene para dónde salir corriendo, ni gente que lo apague.


Párrafo aparte para el hijo de mil puta de Solá que está preocupadísimo porque le cayó terrible bardo un par de días antes de las elecciones. A Solá habria que prenderle fuego el colchón, pero mientras el duerme arriba y mandarle autobombas con querosen.