Por ser bueno me pusiste a la miseria,
me dejaste en la palmera,
me afanaste hasta el color.
En seis meses me fundiste el mercadito,
el puestito de la feria,
la ganchera, el mostrador.
Chorra, me robaste hasta el amor.
Aura tanto me asusta una mina
que si en la calle me afila
me pongo al lao del botón.
Lo que más bronca me da
es haber sido tan gil.
Si hace un mes me desayuno
con lo que he sabido ayer
no es a mí que me cachaban
tus rebusques de mujer.
Hoy me entero que tu mama,
noble viuda de un guerrero,
es la chorra de más fama
que pisó la Treninta y tres.
Y he sabido que el guerrero,
que murió lleno de honor,
ni murió, ni fue guerrero,
como me engrupiste vos;
está en cana prontuariao,
como agente en la camorra,
profesor de cachiporra,
malandrín y estafador.
Entre todos me pelaron con la cero.
Tu silueta fue el anzuelo
donde yo me fui a ensartar.
Se tragaron vos, la viuda y el guerrero,
lo que me costó diez años
de paciencia y de yugar.
Chorros, vos, tu vieja y tu papá.
Guarda, cuídense, porque anda suelta,
si los cacha los da vuelta
no les da tiempo a rajar.
Lo que más bronca me da es...
(¿Qué?)
Lo que más bronca me da es...
(¿Qué?)
Lo que más bronca me da es...
(¿Qué?)
"Ustedes...¿comieron antes de venir?"
Lo que más bronca me da es...
(¿Qué?)
Es...
Es haber sido tan gil.
E.Discépolo