Se dice que uno tiene que dar lo que le gustaría recibir. O también cuando uno hace algo que a alguien no le pareció, hay quien pregunta si a uno le hubiese gustado eso mismo. Existe también el decir te lo merecés, jodete por boludo, vos te la buscaste que representa una idea similar.
Pensé el otro día que el no saber qué hacer respecto de algo, por ejemplo, es porque no sé qué espero, o qué me gustaría. Lo importante que es, entonces, saber qué es lo que uno quiere.
En algunas situaciones sumamente incómodas en las que debería decirse algo, sinceramente no sé qué decir. Mi idea es que tiene mucho que ver con el hecho de que no sé tampoco qué me gustaría que alguien me diga si fuese yo el que estuviese en esa situación. No porque crea que no existe tal cosa; sino porque no logro ponerme en ese punto, mentalizar hasta creer esa situación, ser protagonista, y darme cuenta de qué es lo que me gustaría que me digan. Todo en un conjunto. Logro, sí, ponerme en ese punto. No logro, por el contrario, darme cuenta de lo que me gustaría escuchar.
En un sentido mucho mas amplio y universal, uno recibe de la vida lo que a la vida le da. No es para negociar con la vida, claro. Sino para saber que sería bueno saber qué esperamos de la vida.