Cuesta arriba.
Todo cuesta.
Todo cuesta arriba.
El refrán ya lo dice, a caballo regalado no se le miran los dientes. Pero no dice nada de las vacas regaladas.
Asi que a las gordas, se le pueden mirar tranquilo.
Ante un comedor desordenado, diga no.
Algunas veces me asombra lo boludo que puedo llegar a ser. Otras veces no. Porque ya me la veo venir.