Ya no, pero en un momento -gracias a no se bien que promoción- tenía en casa el decodificador.
En las reuniones con gente con la que no se puede/debe tener un alto grado de confianza -y no tan alto tampoco- siempre que se habla del codificado se relaciona con el -y se hacen comentarios de- fútbol; pero todos sabemos bien que -a no hacerse los boludos- el deco se usó más para una cosa que para la otra. Para ver películas, por ejemplo.
Aunque no haga falta, lo confieso: mas de una vez me copé con el porno.
Y no soy el único...