1993, colegio primario. Mi señorita era Teresita.
Teresita algunas veces usaba una pollera cortita y unas medias de esas que hacen parecer las piernas suavecitas y bronceadas; y a mi me gustaba mucho cuando la veía. Sabía que era un verso, que eran medias, pero así y todo me gustaba.
Un día vino un tal Barraganes -con quien no tenía mucho trato porque era de la otra división- y entre pitos y flautas me dijo "a vos te gusta tu señorita".
¿Cómo supo, si yo no se lo había dicho a nadie? ¿Tanto se notaba que le miraba las piernas a la señorita Teresita?
Termino cayendo ahora: al barriga también le gustaba mi señorita.